La absolutamente encantadora pequeña pieza "El último aletear de un pajarito" del maestro venezolano Inocente Carreño es un preludio, compuesto en el año 2001, emparentado en mi opinión con el Impromptu en sol bemol mayor de Schubert, con el cual comparte la tonalidad y la factura. Aunque el lenguaje armónico se mantiene en la esfera romántica, en las delicadas alteraciones de los acordes y algunas inesperadas progresiones y cadencias se encuentra más cerca del minimalismo de principios del s. XXI que del impresionismo, al cual apenas roza. Geraldina Méndez, piano. Sala Fedora Alemán, Centro de Acción Social por la Música (Sede de las Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela, Fundación Musical Simón Bolívar) 8 de Julio del 2012