Sonata romántica Op. 3 sobre un tema español (1909) (score), de Joaquín Turina Pérez (1882-1949). Antonio Soria, piano. I. Thème et variations (00:00) II. Scherzo: vif et gai (8:46) III. Final: lent (14:56) La Sonata romántica Op. 3 (1909) de Joaquín Turina fue una de las pocas obras que el autor compuso durante su estancia en París, donde estudiaba en la Schola Cantorum. Otras obras de esta época, las primeras obras serias de Turina, fueron su Quinteto Op. 1 (1907) y la suite Sevilla Op. 2 (1908). Estas tres obras fueron las que le dieron a conocer en el mundo de los conciertos. En la capital francesa de la época se empezaron a poner de moda los conciertos españoles, que promocionaban a compositores como Albéniz, Pérez Casas, Fernández Arbós, Del Campo, Manuel de Falla, y por supuesto Turina. Casi llegó un punto en el que, dado el ímpetu y el altruismo del compositor, era él mismo quien se encargaba de organizar los conciertos: programaba las obras y los intérpretes, y los usaba como método para introducir poco a poco sus propias composiciones. El público francés comenzó a aficionarse a la música turiniana y él entró en relación con importantes personalidades como Claude Debussy y otros. Otras obras un poco posteriores también pudieron estrenarse en París: Rincones sevillanos Op. 5, Margot Op. 11, y, quizá la más importante: La Procesión del Rocío Op. 9 (1912). La Sonata romántica surgió a partir de los consejos que Isaac Albéniz dio a Turina en uno de los conciertos de este último. Albéniz convenció a Turina de que, siendo de las pocos autores españoles que había conseguido alzarse en París, debía aprovechar la ocasión para desarrollar el arte español y, especialmente, andaluz, y, por tanto, alejarse un poco de las enseñanzas de Schola por temor a «extranjerizarse». Turina hizo buen caso de esos avisos y esta sonata fue la primera que compuso inspirándose en su España y su Sevilla natales. Está sin duda dedicada «a la memoria de Isaac Albéniz» que había muerto ese mismo año y no mucho antes de que se publicara la sonata. Está basada en un tema español que Turina escuchó por casualidad en Sanlúcar de Barrameda a la edad de quince años, y que, también por cosa del destino, había apuntado para la posteridad. Consta de tres movimientos: un primero basado en un rondó beethoveniano que es en realidad un tema con variaciones que evoca a danzas alternas puramente andaluzas (petenera, zapateado, polo...); un scherzo alegre y risueño también con ritmos un poco españoles y un final lento y profundo. No me pertenecen ni el audio ni las partituras que se muestran en el vídeo. audio: Antonio Soria partitura: http://burrito.whatbox.ca:15263/imglnks/usimg/7/75/IMSLP89301-SIBLEY1802.13653.e5ba-39087012352755sonate.pdf