Itzuli

Las golondrinas

Falú Eduardo, Folk Argentina | Falú Eduardo

Musika-bideoari buruzko informazioa:

Iraupena:
3m 24s
Youtubeko izenburua:
Eduardo Falú - Las golondrinas
Youtubeko deskribapena:
Borges señalaba que la manzana tiene la cualidad del sabor, sin embargo éste sólo se manifiesta con el contacto del paladar de quién la saborea, el mundo está ahí y Jaime Dávalos y Eduardo Falú, le agregan, su sabor inmortal. A cuántos años de recuerdos, están condenados Falú y Dávalos, cuánto han cambiado el mundo, cada una de sus creaciones; cuánta libertad siente el preso cada vez que silba las golondrinas, tal vez sea su única manera de echar a volar su alma. ¿Qué habrá sentido el exiliado, al escuchar en Europa, México o cualquier remoto país, la voz de Eduardo Falú, recorriendo los versos alados de Las Golondrinas? Según el poeta Ramón Navarro: Eduardo Falú y Jaime Dávalos son como el cántaro y el agua, como la copla y la baguala, inseparables, inherentes, esenciales. Dávalos debe venir no más del ronco tambor de la luna y Falú, del profundo aljibe sonoro, alborotador de sosiegos, que heredó su guitarra del árbol más celeste y recóndito, donde posan las errantes golondrinas volviendo desde el fondo de la vida, cruzando el mar... EDUARDO FALÚ, uno de los más grandes en las cuerdas argentinas, ese que supo ganarse a todo un país con los acordes virtuosos de su guitarra y que sembró los arpegios de esa guitarra, nos deja esta grabación de 1998 desde la TV chilena de LAS GOLONDRINAS. LAS GOLONDRINAS - Canción Letra: Jaime Dávalos Música: Eduardo Falú ¿Adónde te irás volando por esos cielos, brasita negra que lustra la claridad? Detrás de tu vuelo errante mis ojos gozan ¡la inmensidad...la inmensidad! Veleros de las tormentas se van las nubes, en surcos de luz dorada se pone el sol; y como sílabas negras, las golondrinas... ¡dicen adiós...dicen adiós...! Vuela, vuela, vuela, golondrina, vuelve del más allá. Vuelve desde el fondo de la vida sobre la luz, cruzando el mar... ¡cruzando el mar! Un cielo de barriletes tiene la tarde; el viento en las arboledas cantando va y desandando los días mi pensamiento ¡también se va...también se va...! Cuando los días se acorten junto a mi sombra y en mi alma caiga sangrando el atardecer, yo levantaré los ojos pidiendo al cielo ¡volverte a ver...volverte a ver...! Vuela, vuela, vuela, golondrina, vuelve del más allá. Vuelve desde el fondo de la vida sobre la luz, cruzando el mar... ¡cruzando el mar!