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Hijo de Rosa Blanca Servetti y Zenón Ramírez, maestro, periodista y escritor, Ariel Ramírez nació en Santa Fe el 4 de septiembre de 1921. Allí estudió piano, pero quería aprender de los músicos populares. En Córdoba, Atahualpa Yupanqui lo instó a conocer el paisaje y la música nuestra en el Noroeste y hasta le pagó el pasaje. Y Ariel, con 20 años, recorrió Tucumán, Salta y Jujuy, recibiendo enseñanzas de don Justiniano Torres Aparicio, doctor y músico, en Humahuaca.
Con 22 años inició en Buenos Aires el camino de pianista intérprete del folklore latinoamericano, en conciertos, filmaciones, audiciones radiales y empresas discográficas. Su discografía arranca con RCA Victor en 1946. Serán 21 discos dobles de 78 r.p.m. Ariel necesitaba estudiar para enriquecer su vocabulario musical. Luis Gianneo, primero, y más tarde Erwin Leuchter le enseñaron los secretos del arte. Con ese bagaje, inicia viajes por Europa en 1950. Se instala en Roma. Durante cuatro años ofrece recitales allí y en prestigiosas salas de Barcelona, Santander, Madrid, Londres, Hamburgo. Se radica en Lima y emprende giras por ciudades del continente. En 1955 funda en Buenos Aires su Compañía Folklórica, que recorrerá su país, el continente y el mundo, el resto de su vida, hasta su fallecimiento el año 2010.
Los pobladores de Corrientes, Resistencia y su área, ubicados aguas abajo de la confluencia de los ríos Iguazú y Paraná, observan con especial atención los registros de alturas de estos dos ríos, ya que históricamente reflejan el primer aviso de crecidas e inundaciones para las costas correntinas y chaqueñas. Las del Iguazú son rápidas y poco duraderas, pero las crecientes propias del río Paraná son mucho más lentas, paulatinas, constantes y de gran duración. En 1960 Ariel compuso este tema, al que puso letra su amigo Guiche Aizemberg, que inspiró la película del mismo título, dirigida el año siguiente por Fernando Birri, cuyas imágenes iniciales incluyo en este vídeo.
LOS INUNDADOS. Canción litoraleña
Música: Ariel Ramírez
Letra: Isaac "Guiche" Aizemberg
Bramando se viene el agua
del Paraná,
creciendo noche y día
sin parar.
Ranchada, barranca, tronco
se llevará,
con viento y aguacero
el Paraná.
Mi rancho hasta la cumbrera
ya se anegó,
ni el ceibo ni el aromo
tienen flor.
Estaba triste la tarde
cuando me fuí;
cantó su dulce queja
el yerutí.
Por el río navegando
la canoa va cargada:
redes, palos, aparejos
los salvé de la ranchada.
Por el río volveré
a Santa Fe.
El agua vino bramando
pobre quedé,
ni rancho ni cobija
he de tener.
No me han de sacar del pago
donde nací,
peleando a la corriente
he de vivir.
El cielo ya está limpiando,
vuela el chajá,
calandrias y crestudos
cantan ya.
Así ha de llegar día
en que volveré
a levantar mi rancho
en Santa Fe.
Por el río navegando
la canoa va cargada:
redes, palos, aparejos
los salvé de la ranchada.
Por el río volveré
a Santa Fe.
VOCABULARIO
ranchada:
