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LA ILIADA DE LATINOAMERICA El ‘Canto’ que fue la obra escogida para inaugurar el Festival Mundial de Teatro de las Naciones, el 23 de abril de 1993, en el Teatro Monumental describe la creación del mundo latinoamericano, su reino vegetal, animal, las aves y los hombres, con sus pequeñas historias y sus grandes luchas.
Para Theodorakis, “el ‘Canto General’ es ‘La Ilíada’, la ‘Biblia’ de Latinoamérica. Una obra genial que Neruda escribió durante su período de clandestinidad, a fines del decenio de 1940, por lo cual también habla con frecuencia de la guerra civil de Grecia en 1949” (se refiere al poema ‘Voy a Vivir’, que Theodorakis también musicalizó).
Después de terminar las cuatro primeras partes, inicialmente sólo para una orquesta popular, el compositor y sus músicos (Petros Pandis y Arja Saijonmaa, los mismos que vendrán ahora) hicieron una primera gira por el continente:
“Al volver a París, comenzamos a ensayar en un pequeño estudio en la calle Polivo. Allí fue a visitarnos Neruda, que escuchó las piezas con mucha atención. Luego fuimos a verlo a su casa y le pregunté su opinión ya que me preocupaba mucho captar el ritmo y la entonación del idioma español. Neruda tomó un ejemplar del ‘Canto’ y me escribió con un lápiz verde lo que pensaba: No importa que haya pequeñas inexactitudes de entonación; lo esencial en una musicalización es que ésta recoja la esencia de la obra poética, que capte la música que está en el alma de la poesía. Y tú has comprendido el alma de la mía. Si alguien se interesa por mi poesía, puede comprar el libro y leerlo. En una versión musicalizada de ella, puede ocurrir que no se comprenda ninguna palabra del texto, especialmente si hay complejidades contrapuntísticas, polirrítmicas, etcétera. En tu caso, lo importante es que tu música interpreta correctamente el espíritu de mi poesía . Luego, agregó: Pero te ruego que musicalices un par más de poemas del ‘Canto’: ‘Zapata’, ‘Sandino’, ‘Lautaro’, ‘Voy a Vivir’: con eso la composición quedará completa . Y lo hice”.
NERUDA PIDIO PERMISO Poco tiempo después, en 1973, los músicos se preparaban para volver a Santiago, invitados por Allende, para realizar una gran presentación de la obra.
“Se habían programado, además, algunos conciertos en otras ciudades latinoamericanas. Poco antes de partir, mi representante recibió una carta de Neruda en la que me pedía autorización para acompañarnos en la gira y recitar él mismo sus textos. Me reí, y le escribí una carta muy afectuosa, diciéndole que para nosotros sería un gran honor que él recitara sus poemas en nuestros conciertos, y que no necesitaba pedirme permiso para hacerlo. Era el gran sueño de mi vida”.
Así las cosas, se inició el viaje. Y Buenos Aires fue la primera ciudad contemplada.
“Llamé a Neruda a Isla Negra. Su voz sonaba muy apagada. Le dije: Aquí hemos tenido mucho éxito, pero al final de las presentaciones todo el mundo corea su nombre. Usted nos ha hecho mucha falta . Me contestó: Perdóname que no pueda estar