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Septem Verba Christi in Cruce (Las 7 Últimas Palabras de Cristo en la Cruz) - Joseph Haydn (1732 - 1809).
[Versión original para orquesta, Hob. XX. 1].
Intérpretes: Le Concert des Nations - Director: Jordi Savall.
(http://www.alia-vox.com/)
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[Fecha y lugar de grabación : del 2 al 4 de octubre de 2006 en la iglesia de la Santa Cueva de Cádiz (España)].
1.- L'Introduzione. Maestoso ed Adagio.
2.- Sonata I. Largo - Pater dimitte illis, quia nesciunt, quid faciunt!
3.- Sonata II. Grave e Cantabile - Hodie mecum eris in Paradiso!
4.- Sonata III. Grave - Mulier ecce filius tuus!
5.- Sonata IV. Largo - Deus meus, utquid dereliquisti me?
6.- Sonata V. Adagio - Sitio!
7.- Sonata VI. Lento - Consumatum est!
8.- Sonata VII. Largo - In Manus tuas Domine, commendo Spiritum meum!
9.- Il Terremoto. Presto con tutta la forza.
"Las Siete Últimas Palabras de Cristo en la Cruz" de Joseph Haydn (1732 - 1809), es una de las obras musicales más representativas del "Siglo de las Luces". Más de doscientos años nos separan de dicha época y, a pesar de ello, su mensaje espiritual y su potencial expresivo conservan toda su vigencia y todo su poder sugestivo. La maravillosa Luz que emana de cada una de estas páginas se ha mantenido intacta gracias al genio creativo, a la riqueza interior y a la capacidad de simbolismo poético/musical del maestro de Esterházy. Siete movimientos lentos --ocho si contamos con la Introduzione-- realizados con una tal variedad de recursos en la invención musical, en los ritmos, en la dinámica, en las tonalidades, en la selección de los temas, y en una pintura sonora y expresiva excepcional, que uno pierde totalmente conciencia de la sucesión de piezas de aspecto y dimensión muy parecidas. Pero sobre todo hay que señalar el factor esencial que da un valor totalmente especial a este ciclo: el clima expresivo es constantemente de una intensidad y de un fervor supremamente emocionantes. Haydn así lo entendió cuando él mismo nos contaba su idea: "Cada sonata, o cada texto queda expresado por los únicos medios de la música instrumental de tal manera que despertará necesariamente la más profunda impresión en el alma del menos enterado de los oyentes". (Carta del 8 de abril de 1787 a su editor de Londres William Forster).
En el momento que le llegó este encargo especial, a principios de 1786, Haydn era ya un maestro famoso conocido en todo el mundo musical, pero en seguida se siente fascinado por la especial dificultad del proyecto. En su autobiografía, el canónigo ("l'abbé") Maximilian Stadler (1748-1833) nos explica que se encontraba en casa de Haydn cuando llegó el encargo: "A mi también, me preguntó lo que pensaba de ello. Le contesté que lo mejor me parecía empezar por adaptar a las palabras una melodía apropiada y repetirla después para los instrumentos solos. Fue lo que hizó, pero ign