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genozidio terrorista salatu nahi dugu.
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Musika klasikoan hasiberrientzako iradokizunak

Frédéric Chopin (1810-1849) fue un virtuoso pianista y compositor polaco; como pianista, está considerado como uno de los más importantes de la historia y como compositor, como uno de los referentes del Romanticismo. Nació en una familia vocacionalmente musical; su madre tocaba el piano y el padre, el violín y la flauta; su primera profesora fue una hermana suya con la que le gustaba tocar piezas a cuatro manos. A los seis años, sus padres contrataron un profesor particular y a los siete años empezó a escribir sus primeras polonesas; a los ocho años dio su primer concierto público en el palacio de la familia Radziwill de Varsovia. A los 16 años ingresó en el Conservatorio de Varsovia, mientras seguía componiendo y ofreciendo recitales. La obra de Chopin se centra exclusivamente en el piano, solo o concertante, con el que emprendió una carrera en solitario de perfeccionamiento técnico, esplendor expresivo y profundización en el rubato hasta llegar a ser el referente musical de dicho instrumento. 

El nocturno  es una pieza de música vocal o instrumental, de melodía dulce y estructura libre. La denominación "nocturno" se le daba, en una primera instancia, en el siglo XVIII, a una pieza tocada a momentos, generalmente en fiestas de noche y después dejadas a un lado; algunas veces llevaba consigo el equivalente italiano, notturno, con trabajos como el Notturno en D para cuatro orchestras, K.286, y la Serenata Notturna, K. 239, de Mozart. En aquella época, estas piezas no eran necesariamente inspiradas o evocadoras de la noche, sino que habían sido escritas para que se tocaran de noche, como sucede con las serenatas. En su forma más común (vale decir, como una pieza de un solo movimiento generalmente escrita para un solo de piano), el género fue cultivado principalmente en el siglo XIX; los primeros nocturnos escritos con ese nombre fueron compuestos por John Field, generalmente visto como el padre del nocturno romántico, que tiene una característica melodía cantabile con un acompañamiento arpegiado, incluso muy similar al de una guitarra. A partir de él los nocturnos son entendidos  generalmente como piezas tranquilas, expresivas y líricas y, a veces, un tanto oscuras. Sin embargo, el más famoso exponente de esta música fue Frédéric Chopin, quien escribió 21 nocturnos que hoy los podemos escuchar en su totalidad en versión del pianista inglés Luke Faulkner.


Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791) está considerado como uno de los tres gigantes de la composición musical junto con Bach y Beethoven. Niño prodigio nacido en Salzburgo, Austria, a los seis años domina el teclado y el violín y empieza a componer; aprovechando estas facultades, su padre, Leopold también compositor,  le exhibe en agotadoras giras por distintas cortes europeas. A los diecisiete años fue contratado como músico en la corte de Salzburgo, pero su inquietud le llevó a viajar en busca de una mejor posición, siempre componiendo de forma prolífica. Durante su visita a Viena en 1781, tras ser despedido de su puesto en la corte, decidió instalarse en esta ciudad, donde alcanzó la fama que mantuvo el resto de su vida, a pesar de pasar por situaciones financieras difíciles. En sus años finales, compuso muchas de sus sinfonías, conciertos y óperas más conocidas, así como su Réquiem. Las circunstancias de su temprana muerte han sido objeto de numerosas especulaciones y elevadas a la categoría de mito. Según Nicholas Till y algunos otros historiadores y críticos musicales, Mozart siempre aprendía vorazmente de otros músicos y desarrolló un esplendor y una madurez de estilo que abarcó desde la luz y la elegancia, a la oscuridad y la pasión. Su influencia en toda la música occidental posterior es profunda; Ludwig van Beethoven escribió sus primeras composiciones a la sombra de Mozart, de quien Joseph Haydn escribió que «la posteridad no verá tal talento otra vez en cien años». Compositor eminentemente prolífico (más de 600 obras escritas desde los cinco años hasta su muerte) cultivó todo tipo de géneros musicales; obras pianísticas, música de cámara, sinfonías, obras concertantes, obras corales, óperas… todas y cada una de ellas, obras maestras de su género. Sus óperas La Flauta Mágica, Don Giovanni, Cosí fan Tutte, y Las bodas de Fígaro  están entre las 10 óperas más representadas de todo el mundo. Tampoco nos podemos olvidar de su Concierto para clarinete, o de su Requiem que forman parte habitual del repertorio de las mejores orquestas. Desde 1769 a 1781 trabaja para el Arzobispo de Salzburgo; tras el éxito de su ópera Idomeneo de Creta, se le abren las puertas de Viena donde se instala y alcanza una gran fama que le acompañará hasta su muerte a los 35 años.

Così fan tutte, ossia La scuola degli amanti (título original en italiano; en español, Así hacen todas o La escuela de los amantes) es un drama jocoso en dos actos con música de Wolfgang Amadeus Mozart y libreto en italiano de Lorenzo da Ponte. Lleva por número KV 588. La primera vez que se representó Così fan tutte fue en el Burgtheater de Viena, el 26 de enero de 1790. Così fan tutte es una de las tres óperas de Mozart para las que Da Ponte escribió el libreto. Las otras dos colaboraciones fueron Las bodas de Fígaro y Don Giovanni. La traducción literal del título es "Así hacen todas (las mujeres)"; estas palabras son cantadas por los tres hombres cuando hablan del voluble amor femenino, en el segundo acto, cuadro III, justo antes del finale. Musicalmente hablando, los críticos destacan la simetría de Così: dos actos, tres hombres y tres mujeres, dos parejas, dos personajes al extremo (Don Alfonso y Despina), prácticamente el mismo número de arias para todos los solistas. Para otros críticos, la simetría era un valor propio de la ópera italiana del siglo XVIII y por tanto poco destacable. Todos coinciden en destacar la abundancia de partes dedicadas a los conjuntos: fuera de los finales, Mozart compuso para esta ópera seis dúos, cinco tríos, un cuarteto, dos quintetos y tres sextetos.

Soave sia il vento. Dentro de esos grupos vocales de Cosí, hoy ofrecemos este delicado trío en versión de la soprano Renée Fleming, la mezzo Susan Graham y el barítono Thomas Hampson. "Que sea suave el viento, tranquilas las olas, y que todos los elementos benignos respondan a nuestros deseos."

Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791) está considerado como uno de los tres gigantes de la composición musical junto con Bach y Beethoven. Niño prodigio nacido en Salzburgo, Austria, a los seis años domina el teclado y el violín y empieza a componer; aprovechando estas facultades, su padre, Leopold también compositor,  le exhibe en agotadoras giras por distintas cortes europeas. A los diecisiete años fue contratado como músico en la corte de Salzburgo, pero su inquietud le llevó a viajar en busca de una mejor posición, siempre componiendo de forma prolífica. Durante su visita a Viena en 1781, tras ser despedido de su puesto en la corte, decidió instalarse en esta ciudad, donde alcanzó la fama que mantuvo el resto de su vida, a pesar de pasar por situaciones financieras difíciles. En sus años finales, compuso muchas de sus sinfonías, conciertos y óperas más conocidas, así como su Réquiem. Las circunstancias de su temprana muerte han sido objeto de numerosas especulaciones y elevadas a la categoría de mito. Según Nicholas Till y algunos otros historiadores y críticos musicales, Mozart siempre aprendía vorazmente de otros músicos y desarrolló un esplendor y una madurez de estilo que abarcó desde la luz y la elegancia, a la oscuridad y la pasión. Su influencia en toda la música occidental posterior es profunda; Ludwig van Beethoven escribió sus primeras composiciones a la sombra de Mozart, de quien Joseph Haydn escribió que «la posteridad no verá tal talento otra vez en cien años». Compositor eminentemente prolífico (más de 600 obras escritas desde los cinco años hasta su muerte) cultivó todo tipo de géneros musicales; obras pianísticas, música de cámara, sinfonías, obras concertantes, obras corales, óperas… todas y cada una de ellas, obras maestras de su género. Sus óperas La Flauta Mágica, Don Giovanni, Cosí fan Tutte, y Las bodas de Fígaro  están entre las 10 óperas más representadas de todo el mundo. Tampoco nos podemos olvidar de su Concierto para clarinete, o de su Requiem que forman parte habitual del repertorio de las mejores orquestas. Desde 1769 a 1781 trabaja para el Arzobispo de Salzburgo; tras el éxito de su ópera Idomeneo de Creta, se le abren las puertas de Viena donde se instala y alcanza una gran fama que le acompañará hasta su muerte a los 35 años.

Così fan tutte, ossia La scuola degli amanti (título original en italiano; en español, Así hacen todas o La escuela de los amantes) es un drama jocoso en dos actos con música de Wolfgang Amadeus Mozart y libreto en italiano de Lorenzo da Ponte. Lleva por número KV 588. La primera vez que se representó Così fan tutte fue en el Burgtheater de Viena, el 26 de enero de 1790. Così fan tutte es una de las tres óperas de Mozart para las que Da Ponte escribió el libreto. Las otras dos colaboraciones fueron Las bodas de Fígaro y Don Giovanni. La traducción literal del título es "Así hacen todas (las mujeres)"; estas palabras son cantadas por los tres hombres cuando hablan del voluble amor femenino, en el segundo acto, cuadro III, justo antes del finale. Musicalmente hablando, los críticos destacan la simetría de Così: dos actos, tres hombres y tres mujeres, dos parejas, dos personajes al extremo (Don Alfonso y Despina), prácticamente el mismo número de arias para todos los solistas. Para otros críticos, la simetría era un valor propio de la ópera italiana del siglo XVIII y por tanto poco destacable. Todos coinciden en destacar la abundancia de partes dedicadas a los conjuntos: fuera de los finales, Mozart compuso para esta ópera seis dúos, cinco tríos, un cuarteto, dos quintetos y tres sextetos.

Soave sia il vento. Dentro de esos grupos vocales de Cosí, hoy ofrecemos este delicado trío en versión de la soprano Renée Fleming, la mezzo Susan Graham y el barítono Thomas Hampson. "Que sea suave el viento, tranquilas las olas, y que todos los elementos benignos respondan a nuestros deseos."


Johannes Brahms (1833-1897) nacido en Viena donde pasó la mayor parte de su vida,  fue el compositor del romanticismo más conservador frente a la corriente progresista capitaneada por Liszt y Wagner. Su música está firmemente arraigada en las estructuras y técnicas de composición de los maestros clásicos y sus estructuras formales siguen fielmente los patrones del clasicismo, aunque utiliza parte del colorido del romanticismo y de la música popular. La naturaleza diligente y altamente construida de sus obras fue un punto de partida y una inspiración para una generación de compositores posteriores; pues incrustados dentro de sus meticulosas estructuras, hay motivos profundamente románticos. De carácter eminentemente perfeccionista, escribió para piano, conjuntos de cámara, orquesta sinfónica, para voces solistas y para coro. Fue Hans von Bulow quien propuso lo de “las tres B” refiriéndose a Bach, Beethoven y Brahms como los tres pilares principales de la Historia de la música.

Las Danzas Húngaras de Brahms son un conjunto de veintiún  alegres danzas, basadas su mayoría en temas húngaros, compuestas en 1869, aunque las danzas 11, 14 y 16 son originales; su duración oscila entre uno y cuatro minutos. Brahms originalmente las compuso para piano a cuatro manos, y luego arregló diez de ellas para piano solo, y algunas otras (números 1, 3 y 10) para orquesta. Varios compositores, han orquestado el resto; en especial, Antonín Dvořák, quien por otra parte, se inspiró en las mismas para componer su serie de Danzas eslavas.

La Danza Húngara de Brahms nº 1 fue compuesta originariamente para piano a cuatro manos y posteriormente orquestada por el mismo autor, versión que hoy ofrecemos conducida por la maestra japonesa Tomomi Nishimoto (1970), quien comenzó sus estudios pianísticos a los tres años de la mano de su madre. Tras la realización de su Licenciatura en Música en Composición de la Facultad de Música de Osaka en 1994, Nishimoto fue admitida en el Conservatorio Estatal de San Petersburgo. Aunque tuvo la experiencia de dirigir ópera durante sus años en el Osaka College of Music como subdirectora, su carrera formal como directora comenzó en 1998 con la Orquesta Sinfónica de Kyoto. Desde entonces ha dirigido muchas orquestas japonesas famosas y ha recibido importantes premios. Su carrera profesional en Rusia comenzó en 1999, cuando dirigió la Filarmónica de San Petersburgo; en 2002, fue nombrada directora principal de la Orquesta Sinfónica Bolshoi "Millennium"; de 2010 a 2011 fue la directora invitada principal de la Orquesta Sinfónica Estatal de Rusia y posteriormente ha dirigido numerosas e importantes orquestas europeas.


El canto coral en el País Vasco. Es en la segunda mitad del siglo XV - tras el imperio de la monodia gregoriana- cuando comienza a despuntar el canto coral polifónico o canto a voces en nuestra civilización occidental. El navarro José Anchorena ya en 1436 es “maestro de cantorcicos” en la catedral de Pamplona; poco después nacerá en Azpeitia el polifonista Joannes de Anchieta (1463-1523) y en Azkoitia el teórico musical de renombre europeo Gonzalo Martínez de Bizcargui (1460-1530).  Desde comienzos del siglo XVI nos son ya conocidos nombres de relevantes maestros de capilla vascos, dentro del país y fuera de él, noticia importante en dos sentidos: demuestra por un lado que desde entonces se practicaba el canto polifónico y por otro, que estos músicos cumplían con su función de formación de cantores para sus capillas musicales. En 1516 encontramos nominado como maestro de capilla en Pamplona a Juan de Uriz y luego, en el mismo siglo Fortuño Ochagabia (1572),  Fortuño Ibañez (1576) y terminando el siglo, Miguel Echarren  (1563-1627), conocido como el polifonista Michael Navarrus. El monopolio de la sede pamplonesa cede terreno a otras capillas como la de Santiago de Bilbao (1577), la Corporación de Músicos de Baiona (1598), la capilla de Arantzazu (1616) con el guardián Francisco Zerain y el organista Francisco Zuola y es de suponer también la existencia de capillas musicales en iglesias tan importantes como las de San Sebastián, Vitoria y otras villas ya crecidas y con gran tradición musical. En el siglo XVIII priman los instrumentos fundamentales de la orquesta y el órgano en detrimento de los compositores para voces. Adentrados en el siglo XIX se completa  una riquísima lista de maestros de capilla y organistas  entrados ya en pleno romanticismo musical, la música coral o sinfónica profana se impone a la religiosa; para salvarla surge providencialmente Vicente Goicoechea (1854-1916), maestro de la polifonía vasca moderna. A puertas del siglo XX tenemos una importante escuela de compositores vascos, organistas y polifonistas en música religiosa y folkloristas nacionalistas en música profana, imbuidos ya del espíritu europeo; nace el interés por la música popular, se crean numerosas academias musicales y sociedades filarmónicas y la interpretación coral sale de las capillas eclesiásticas a la calle. Surgen así agrupaciones corales compuestas por laicos, válidas para la interpretación de cualquier tipo de música a voces: polifonía religiosa y profana, música sinfónico-romántica, música folklórica; así se llega a la creación y proliferación de Orfeones como el Orfeón Pamplonés, en cuyo seno descubren la hermosa voz de Julián Gayarre, del Orfeón Easonense (1862) luego denominado Sociedad Coral (1886) y más tarde, Orfeón Donostiarra (1987). En Bilbao se organiza el Orfeón Santa Cecilia (1869) que evoluciona en 1886 en el Orfeón Bilbaino, que en 1912 dirige Jesús Guridi (dos orfeones de corta vida se dan en Bilbao, el Euskaria 1896 y el Laurak Bat-1899). Hubo un Orfeón Alavés (1870) y la Schola Cantorum del Seminario de Vitoria (1880); el Orfeón Vitoriano (1890); la Chorale Harmonie de Bayona-Biarritz, la Chorale Philarmonique de Bayona y en 1913 la Schola Saint-Leon de Bayona. Además de estos Orfeones y Corales de las capitales vascas los hubo en pueblos, tales como el Orfeón Durangués (1882), el Orfeón Eibarrés (1883), el Orfeón de Munguía (1896), el Orfeón Renteriano (1898), Societé Charles Bordes (1893) de Saint Jean de Luz, luego Schola Cantorum, Orfeón Aritz Maitea de Vergara (1901) luego Orfeón Vergarés, el Centro musical Tolosano (1901) con Eduardo Mocoroa, Orfeón de Sestao (1902), Orfeón Gernika (1903), Orfeón Baracaldés (1905), etc, etc. No en vano un conocido refrán dice: “un vasco, una boina; dos vascos, un partido de pelota; tres vascos, un orfeón”. Durante la dictadura de Franco, se crea en París el Coro Eresoinka en cuyas filas se integran primorosas voces como la del irundarra Luis Mariano o de la getariarra Pepita Embil (madre de Plácido Domingo); dicho coro actuó como delegado cultural del Gobierno Vasco en el exilio. Más tarde el nombre de este coro lo recuperaría en Tolosa el preparador de voces y director de coros José Ramón Arteta, padre de la soprano Ainhoa Arteta. El pueblo vasco ha desarrollado una aptitud natural hacia el canto coral y el baile, favorecido por un acendrado sentido de colectividad. Ya lo había advertido el Padre Donostia cuando dijo que “el pueblo euskaldun es músico y dantzari: son estas dos, manifestaciones del mismo espíritu, dos ramas de un mismo árbol”. (Párrafos mayormente extractados de InfoEusketxe)

Jesus Guridi (1886-1961), compositor vasco nacido en Vitoria-Gazteiz en una familia eminentemente musical, de modo que fueron sus padres quienes le iniciaron en dicha senda. Tras trasladarse la familia a Madrid, Guridi ingresó en el Conservatorio; sin embargo, no les fue bien la economía a l@s progenitores, por lo que se movieron a Bilbao donde se asentaron gracias a la ayuda de l@s parientes; en Bilbao, aún se acordaban del organista Ledesma, bisabuelo de Guridi. Con sólo quince años ofreció su primer concierto público con obras suyas; con “Txalupan” para voz y piano se hizo merecedor del premio del concurso Plácido Allende. Gracias al mecenas, el Conde de Zubiría, pudo trasladarse a París e ingresar en la Schola Cantorum donde estudió piano, órgano, contrapunto y composición, a la vez que seguía elaborando sus trabajos de composición. Fue en París precisamente donde inició su amistad con el sacerdote y musicólogo Resurrección María de Azkue, amistad que duraría toda la vida. En 1906, tras terminar sus estudios en la Schola Cantorum,  se trasladan ambos a Bélgica para profundizar en los estudios de  órgano y de composición. Poco después coronaría sus estudios en Colonia y Munich. De vuelta a Bilbao, ya con 21 años, da a conocer sus nuevas obras gracias a la Sociedad Filarmónica, que suponen un éxito que le anima a seguir componiendo; se hace cargo, como director, de la Sociedad Coral de Bilbao, trabajo que compagina con el de organista en la Basílica (ahora, Catedral) de Santiago. En 1939 se traslada con su familia a Madrid como profesor de armonía y director del Conservatorio y donde escribe algunas de sus obras más relevantes. Toda su música está impregnada de la esencia de la música vasca y abarca todo tipo de géneros instrumentales y vocales: obras para piano y órgano, obras corales a capella y acompañadas, música de cámara y sinfónica, zarzuelas y óperas. De todas ellas, las más relevantes son las Diez Melodías Vascas, la zarzuela El  Caserío y la ópera Amaya. Murió en Madrid el 7 de Abril de 1961.

Akerra Ikusi degu es una canción anónima vasca arreglada por Guridi para coro mixto y hoy interpretada por Landarbaso Abesbatza bajo la dirección de Iñaki Tolaretxipi.

El canto coral en el País Vasco. Es en la segunda mitad del siglo XV - tras el imperio de la monodia gregoriana- cuando comienza a despuntar el canto coral polifónico o canto a voces en nuestra civilización occidental. El navarro José Anchorena ya en 1436 es “maestro de cantorcicos” en la catedral de Pamplona; poco después nacerá en Azpeitia el polifonista Joannes de Anchieta (1463-1523) y en Azkoitia el teórico musical de renombre europeo Gonzalo Martínez de Bizcargui (1460-1530).  Desde comienzos del siglo XVI nos son ya conocidos nombres de relevantes maestros de capilla vascos, dentro del país y fuera de él, noticia importante en dos sentidos: demuestra por un lado que desde entonces se practicaba el canto polifónico y por otro, que estos músicos cumplían con su función de formación de cantores para sus capillas musicales. En 1516 encontramos nominado como maestro de capilla en Pamplona a Juan de Uriz y luego, en el mismo siglo Fortuño Ochagabia (1572),  Fortuño Ibañez (1576) y terminando el siglo, Miguel Echarren  (1563-1627), conocido como el polifonista Michael Navarrus. El monopolio de la sede pamplonesa cede terreno a otras capillas como la de Santiago de Bilbao (1577), la Corporación de Músicos de Baiona (1598), la capilla de Arantzazu (1616) con el guardián Francisco Zerain y el organista Francisco Zuola y es de suponer también la existencia de capillas musicales en iglesias tan importantes como las de San Sebastián, Vitoria y otras villas ya crecidas y con gran tradición musical. En el siglo XVIII priman los instrumentos fundamentales de la orquesta y el órgano en detrimento de los compositores para voces. Adentrados en el siglo XIX se completa  una riquísima lista de maestros de capilla y organistas  entrados ya en pleno romanticismo musical, la música coral o sinfónica profana se impone a la religiosa; para salvarla surge providencialmente Vicente Goicoechea (1854-1916), maestro de la polifonía vasca moderna. A puertas del siglo XX tenemos una importante escuela de compositores vascos, organistas y polifonistas en música religiosa y folkloristas nacionalistas en música profana, imbuidos ya del espíritu europeo; nace el interés por la música popular, se crean numerosas academias musicales y sociedades filarmónicas y la interpretación coral sale de las capillas eclesiásticas a la calle. Surgen así agrupaciones corales compuestas por laicos, válidas para la interpretación de cualquier tipo de música a voces: polifonía religiosa y profana, música sinfónico-romántica, música folklórica; así se llega a la creación y proliferación de Orfeones como el Orfeón Pamplonés, en cuyo seno descubren la hermosa voz de Julián Gayarre, del Orfeón Easonense (1862) luego denominado Sociedad Coral (1886) y más tarde, Orfeón Donostiarra (1987). En Bilbao se organiza el Orfeón Santa Cecilia (1869) que evoluciona en 1886 en el Orfeón Bilbaino, que en 1912 dirige Jesús Guridi (dos orfeones de corta vida se dan en Bilbao, el Euskaria 1896 y el Laurak Bat-1899). Hubo un Orfeón Alavés (1870) y la Schola Cantorum del Seminario de Vitoria (1880); el Orfeón Vitoriano (1890); la Chorale Harmonie de Bayona-Biarritz, la Chorale Philarmonique de Bayona y en 1913 la Schola Saint-Leon de Bayona. Además de estos Orfeones y Corales de las capitales vascas los hubo en pueblos, tales como el Orfeón Durangués (1882), el Orfeón Eibarrés (1883), el Orfeón de Munguía (1896), el Orfeón Renteriano (1898), Societé Charles Bordes (1893) de Saint Jean de Luz, luego Schola Cantorum, Orfeón Aritz Maitea de Vergara (1901) luego Orfeón Vergarés, el Centro musical Tolosano (1901) con Eduardo Mocoroa, Orfeón de Sestao (1902), Orfeón Gernika (1903), Orfeón Baracaldés (1905), etc, etc. No en vano un conocido refrán dice: “un vasco, una boina; dos vascos, un partido de pelota; tres vascos, un orfeón”. Durante la dictadura de Franco, se crea en París el Coro Eresoinka en cuyas filas se integran primorosas voces como la del irundarra Luis Mariano o de la getariarra Pepita Embil (madre de Plácido Domingo); dicho coro actuó como delegado cultural del Gobierno Vasco en el exilio. Más tarde el nombre de este coro lo recuperaría en Tolosa el preparador de voces y director de coros José Ramón Arteta, padre de la soprano Ainhoa Arteta. El pueblo vasco ha desarrollado una aptitud natural hacia el canto coral y el baile, favorecido por un acendrado sentido de colectividad. Ya lo había advertido el Padre Donostia cuando dijo que “el pueblo euskaldun es músico y dantzari: son estas dos, manifestaciones del mismo espíritu, dos ramas de un mismo árbol”. (Párrafos mayormente extractados de InfoEusketxe)

Jesus Guridi (1886-1961), compositor vasco nacido en Vitoria-Gazteiz en una familia eminentemente musical, de modo que fueron sus padres quienes le iniciaron en dicha senda. Tras trasladarse la familia a Madrid, Guridi ingresó en el Conservatorio; sin embargo, no les fue bien la economía a l@s progenitores, por lo que se movieron a Bilbao donde se asentaron gracias a la ayuda de l@s parientes; en Bilbao, aún se acordaban del organista Ledesma, bisabuelo de Guridi. Con sólo quince años ofreció su primer concierto público con obras suyas; con “Txalupan” para voz y piano se hizo merecedor del premio del concurso Plácido Allende. Gracias al mecenas, el Conde de Zubiría, pudo trasladarse a París e ingresar en la Schola Cantorum donde estudió piano, órgano, contrapunto y composición, a la vez que seguía elaborando sus trabajos de composición. Fue en París precisamente donde inició su amistad con el sacerdote y musicólogo Resurrección María de Azkue, amistad que duraría toda la vida. En 1906, tras terminar sus estudios en la Schola Cantorum,  se trasladan ambos a Bélgica para profundizar en los estudios de  órgano y de composición. Poco después coronaría sus estudios en Colonia y Munich. De vuelta a Bilbao, ya con 21 años, da a conocer sus nuevas obras gracias a la Sociedad Filarmónica, que suponen un éxito que le anima a seguir componiendo; se hace cargo, como director, de la Sociedad Coral de Bilbao, trabajo que compagina con el de organista en la Basílica (ahora, Catedral) de Santiago. En 1939 se traslada con su familia a Madrid como profesor de armonía y director del Conservatorio y donde escribe algunas de sus obras más relevantes. Toda su música está impregnada de la esencia de la música vasca y abarca todo tipo de géneros instrumentales y vocales: obras para piano y órgano, obras corales a capella y acompañadas, música de cámara y sinfónica, zarzuelas y óperas. De todas ellas, las más relevantes son las Diez Melodías Vascas, la zarzuela El  Caserío y la ópera Amaya. Murió en Madrid el 7 de Abril de 1961.

Akerra Ikusi degu es una canción anónima vasca arreglada por Guridi para coro mixto y hoy interpretada por Landarbaso Abesbatza bajo la dirección de Iñaki Tolaretxipi.


Musika klasikoari buruzko iradokizunak

Giuseppe Tartini (1692-1770) fue un virtuoso violinista y compositor italiano que nació en Pirán, entonces República de Venezia, y hoy Eslovenia. Tuvo una juventud azarosa debido a su pasión por la esgrima y a que tras casarse con su amada Elisabetta Premazore le acusaron de haberla secuestrado, con lo que ella fue internada en un convento mientras él huía; tras vagar de un lugar a otro, halló refugio en el Convento de San Francisco, en Asís, donde profundizó en sus estudios y técnica de violín; al cabo de unos años logró reunirse de nuevo con Elisabetta y trabajar de violinista en el teatro de Ancona; fueron años de estudio y dedicación total al violín al servicio de distintos mecenas. En 1726 se traslada definitivamente a Padua donde es contratado por la Basílica de San Antonio con un convenio que le permite ofrecer conciertos fuera de su ciudad; a los dos años crea la Scuola delle Nazioni de violín a la que acuden instrumentistas de todo Europa. Murió en Padua a los 77 años a causa de una gangrena en una pierna.

El bajo continuo de una sonata para violín originariamente se realizaba para dos instrumentos: uno que tocaba la línea melódica del bajo (generalmente un violonchelo o una viola da gamba) y otro que realizaba la armonía, rellenando con acordes el espacio entre las dos melodías, la del bajo y la del violín (generalmente un instrumento de teclado como el clavecín o el órgano o, menos frecuentemente, un instrumento de cuerda pulsada, como la tiorba). Actualmente es más frecuente que sea un único instrumento el que acompañe al solista, generalmente un piano.

La Sonata del Diablo, o “El Trino del Diablo”, sonata para violín en sol menor, fue escrita por Tartini para violín y bajo continuo; aunque hoy la ofrecemos arreglada para violín solista y orquesta de cuerda. Escrita en la época barroca, su estructura formal no se ajusta, por supuesto, a las posteriores reglas del clasicismo; aunque se constata ya la alternancia del “lento-rápido” y la cadenza de la solista poco antes de los compases finales. Su denominación de Trino del Diablo le viene de la dificultad técnica que exigía su interpretación para la época en la que fue escrita y que hoy nos la ofrece la violinista coreana Soyoung Yoon (1984) ganadora de importantes certámenes internacionales.


Georges Bizet (1838- 1875) fue un compositor francés, principalmente de óperas. En una carrera cortada por su muerte prematura, alcanzó escasos éxitos hasta su última obra, Carmen, que se convirtió en una de las obras más populares e interpretadas de todo el repertorio operístico. Bizet ganó varios premios a lo largo de su brillante carrera como estudiante en el Conservatorio de París, incluyendo el prestigioso Premio de Roma en 1857. Fue reconocido como un pianista excepcional, aunque prefirió no aprovechar su habilidad y en raras ocasiones tocó en público. Tras regresar a París después de pasar casi tres años en Italia, se dio cuenta de que en los principales teatros de ópera parisinos se prefería interpretar el repertorio clásico más arraigado antes que las obras de nuevos compositores. Sus composiciones orquestales y para teclado fueron asimismo ignoradas en su gran mayoría, lo que estancó su carrera por lo que tuvo que ganarse la vida principalmente mediante arreglos y transcripciones de la música de otros. En su busca del ansiado éxito, comenzó varios proyectos teatrales durante la década de 1860, muchos de los cuales abandonó. Ninguna de las dos óperas que se llegaron a escenificar —Los pescadores de perlas y La bella muchacha de Perth— tuvieron éxito de inmediato. Tras la guerra franco-prusiana de 1870-71, en la que Bizet sirvió en la Guardia Nacional, tuvo cierto éxito con su ópera de un acto Djamileh, aunque la suite orquestal L'Arlésienne, derivada en su música incidental de la obra de teatro homónima de Alphonse Daudet, tuvo un éxito instantáneo. La producción de la última ópera de Bizet, Carmen, fue retrasada debido al miedo de que sus temas de traición y asesinato pudieran ofender a la audiencia. Tras su estreno el 3 de marzo de 1875, Bizet estaba convencido de que la obra iba a ser un fracaso; murió de un ataque al corazón tres meses más tarde, sin saber que resultaría un éxito espectacular y duradero. El matrimonio de Bizet con Geneviève Halévy fue feliz de manera intermitente y fruto del cual tuvieron un hijo. Tras su muerte, sus composiciones, excepto Carmen, estuvieron en general desatendidas. Los manuscritos fueron regalados o se perdieron, y las versiones publicadas de sus obras a menudo eran revisadas y adaptadas por terceros. No creó escuela ni tuvo discípulos ni sucesores evidentes. Tras años de abandono, sus obras empezaron a ser interpretadas de nuevo con más frecuencia en el siglo XX. Críticos posteriores lo han proclamado como un compositor de gran brillantez y originalidad cuya muerte prematura supuso una gran pérdida para la música teatral francesa. 

La ópera (del latín opera, plural de opus, «obras») es un género musical que combina música sinfónica, interpretada generalmente por una orquesta, y un texto escrito de corte dramático —expresado en forma de libreto— interpretado vocalmente por cantantes de diversa tesitura: principalmente, soprano, mezzosoprano y contralto para el registro femenino y tenor, barítono y bajo para el masculino, además de las llamadas voces blancas (las de niños) o de falsete (castrato, contratenor). Por lo general, la parte instrumental contiene oberturas, interludios y acompañamientos musicales; mientras que la parte cantada puede ser un coro, un solo, dúo, trío o diversas combinaciones y con diversas estructuras como el recitativo o el aria. Es de constatar, además, que existen diversos géneros, como la ópera clásica, la ópera de cámara, la opereta, el musical, el singspiel y la zarzuela. Por otro lado, al igual que en teatro, existe una ópera dramática (ópera seria) y otra cómica (ópera bufa), así como un híbrido entre ambas: el dramma giocoso. Como género multidisciplinar, la ópera aglutina música, canto, danza, teatro, escenografía, interpretación, vestuario, maquillaje, peluquería y otras disciplinas artísticas. Es por tanto una obra de creación colectiva, que parte esencialmente de un libretista y un compositor, y donde tienen un papel primordial los intérpretes vocales, pero donde son igualmente imprescindibles los músicos y el director de orquesta, los bailarines, los creadores de los decorados y el vestuario, y muchas otras figuras. Por otro lado, es un evento social, por lo que no tiene razón de ser sin un público que presencie el espectáculo. Por ello mismo, ha sido a lo largo del tiempo reflejo de las diversas corrientes de pensamiento, políticas y filosóficas, religiosas y morales, estéticas y culturales, propias de la sociedad donde se produjeron las obras.

La ópera nació a finales del siglo XVI, como iniciativa de un círculo de eruditos (la Camerata Fiorentina) que, al descubrir que el teatro griego antiguo era cantado, tuvieron la idea de musicalizar textos dramáticos. Así, Jacopo Peri creó La Dafne (1597), de la que hoy sólo se conserva su libreto, a la que siguió Euridice (1600), del mismo autor. En 1607, Claudio Monteverdi compuso La favola d'Orfeo, donde añadió una introducción musical que denominó «sinfonía», y dividió las partes cantadas en «arias», dando estructura a la ópera moderna. La evolución posterior de la ópera ha corrido en paralelo a las diversas corrientes musicales que se han ido sucediendo en el tiempo: entre el siglo XVII y la primera mitad del siglo XVIII se enmarcó en el Barroco, un período en que la música culta estaba reservada a las élites sociales, pero que produjo nuevas y ricas formas musicales, y que vio establecer un lenguaje propio para la ópera, rico y complejo no sólo en los métodos compositivos y vocales sino en la producción teatral y escenográfica. En la segunda mitad del siglo XVIII se dio el Clasicismo, un período de gran creatividad marcado por la serenidad y armonía de sus composiciones. El siglo XIX estuvo marcado por el Romanticismo, caracterizado, sobre todo, por la individualidad del compositor, considerado ya como un genio iluminado y cada vez objeto de mayor veneración, al igual que las mayores figuras vocales del canto, que se convirtieron en estrellas de una sociedad donde la burguesía relegó a la aristocracia en la preeminencia social. Esta centuria vio surgir las variantes musicales de numerosas naciones hasta entonces sin apenas tradición musical, en lo que se vino a llamar Nacionalismo musical. Cerraron el siglo algunas corrientes como el impresionismo francés y el verismo italiano. En el siglo XX la ópera, al igual que el resto de la música y de las artes en general, entró en la vanguardia, una nueva forma de concebir la creación artística en que surgieron nuevos métodos y técnicas compositivos, que se expresaron en una gran variedad de estilos, en una época de mayor difusión de los medios de comunicación que permitían llegar a un público más amplio por diversos canales (radio, televisión, internet ...) y no ya sólo el presencial, y en la que todavía es valorado el amplio repertorio musical de períodos anteriores, que sigue vigente en los principales teatros de ópera del mundo. Hoy ofrecemos la ópera Carmen con música de Georges Bizet y libreto en francés de Ludovic Halévy y Henri Meilhac, estructurada en cuatro actos y cuyo argumento está basado en la novela homónima de Prosper Mérimée, la acción transcurre en la Sevilla de 1820 protagonizada por una bella e impulsiva gitana de fuerte carácter.

Georges Bizet (1838- 1875) fue un compositor francés, principalmente de óperas. En una carrera cortada por su muerte prematura, alcanzó escasos éxitos hasta su última obra, Carmen, que se convirtió en una de las obras más populares e interpretadas de todo el repertorio operístico. Bizet ganó varios premios a lo largo de su brillante carrera como estudiante en el Conservatorio de París, incluyendo el prestigioso Premio de Roma en 1857. Fue reconocido como un pianista excepcional, aunque prefirió no aprovechar su habilidad y en raras ocasiones tocó en público. Tras regresar a París después de pasar casi tres años en Italia, se dio cuenta de que en los principales teatros de ópera parisinos se prefería interpretar el repertorio clásico más arraigado antes que las obras de nuevos compositores. Sus composiciones orquestales y para teclado fueron asimismo ignoradas en su gran mayoría, lo que estancó su carrera por lo que tuvo que ganarse la vida principalmente mediante arreglos y transcripciones de la música de otros. En su busca del ansiado éxito, comenzó varios proyectos teatrales durante la década de 1860, muchos de los cuales abandonó. Ninguna de las dos óperas que se llegaron a escenificar —Los pescadores de perlas y La bella muchacha de Perth— tuvieron éxito de inmediato. Tras la guerra franco-prusiana de 1870-71, en la que Bizet sirvió en la Guardia Nacional, tuvo cierto éxito con su ópera de un acto Djamileh, aunque la suite orquestal L'Arlésienne, derivada en su música incidental de la obra de teatro homónima de Alphonse Daudet, tuvo un éxito instantáneo. La producción de la última ópera de Bizet, Carmen, fue retrasada debido al miedo de que sus temas de traición y asesinato pudieran ofender a la audiencia. Tras su estreno el 3 de marzo de 1875, Bizet estaba convencido de que la obra iba a ser un fracaso; murió de un ataque al corazón tres meses más tarde, sin saber que resultaría un éxito espectacular y duradero. El matrimonio de Bizet con Geneviève Halévy fue feliz de manera intermitente y fruto del cual tuvieron un hijo. Tras su muerte, sus composiciones, excepto Carmen, estuvieron en general desatendidas. Los manuscritos fueron regalados o se perdieron, y las versiones publicadas de sus obras a menudo eran revisadas y adaptadas por terceros. No creó escuela ni tuvo discípulos ni sucesores evidentes. Tras años de abandono, sus obras empezaron a ser interpretadas de nuevo con más frecuencia en el siglo XX. Críticos posteriores lo han proclamado como un compositor de gran brillantez y originalidad cuya muerte prematura supuso una gran pérdida para la música teatral francesa. 

La ópera (del latín opera, plural de opus, «obras») es un género musical que combina música sinfónica, interpretada generalmente por una orquesta, y un texto escrito de corte dramático —expresado en forma de libreto— interpretado vocalmente por cantantes de diversa tesitura: principalmente, soprano, mezzosoprano y contralto para el registro femenino y tenor, barítono y bajo para el masculino, además de las llamadas voces blancas (las de niños) o de falsete (castrato, contratenor). Por lo general, la parte instrumental contiene oberturas, interludios y acompañamientos musicales; mientras que la parte cantada puede ser un coro, un solo, dúo, trío o diversas combinaciones y con diversas estructuras como el recitativo o el aria. Es de constatar, además, que existen diversos géneros, como la ópera clásica, la ópera de cámara, la opereta, el musical, el singspiel y la zarzuela. Por otro lado, al igual que en teatro, existe una ópera dramática (ópera seria) y otra cómica (ópera bufa), así como un híbrido entre ambas: el dramma giocoso. Como género multidisciplinar, la ópera aglutina música, canto, danza, teatro, escenografía, interpretación, vestuario, maquillaje, peluquería y otras disciplinas artísticas. Es por tanto una obra de creación colectiva, que parte esencialmente de un libretista y un compositor, y donde tienen un papel primordial los intérpretes vocales, pero donde son igualmente imprescindibles los músicos y el director de orquesta, los bailarines, los creadores de los decorados y el vestuario, y muchas otras figuras. Por otro lado, es un evento social, por lo que no tiene razón de ser sin un público que presencie el espectáculo. Por ello mismo, ha sido a lo largo del tiempo reflejo de las diversas corrientes de pensamiento, políticas y filosóficas, religiosas y morales, estéticas y culturales, propias de la sociedad donde se produjeron las obras.

La ópera nació a finales del siglo XVI, como iniciativa de un círculo de eruditos (la Camerata Fiorentina) que, al descubrir que el teatro griego antiguo era cantado, tuvieron la idea de musicalizar textos dramáticos. Así, Jacopo Peri creó La Dafne (1597), de la que hoy sólo se conserva su libreto, a la que siguió Euridice (1600), del mismo autor. En 1607, Claudio Monteverdi compuso La favola d'Orfeo, donde añadió una introducción musical que denominó «sinfonía», y dividió las partes cantadas en «arias», dando estructura a la ópera moderna. La evolución posterior de la ópera ha corrido en paralelo a las diversas corrientes musicales que se han ido sucediendo en el tiempo: entre el siglo XVII y la primera mitad del siglo XVIII se enmarcó en el Barroco, un período en que la música culta estaba reservada a las élites sociales, pero que produjo nuevas y ricas formas musicales, y que vio establecer un lenguaje propio para la ópera, rico y complejo no sólo en los métodos compositivos y vocales sino en la producción teatral y escenográfica. En la segunda mitad del siglo XVIII se dio el Clasicismo, un período de gran creatividad marcado por la serenidad y armonía de sus composiciones. El siglo XIX estuvo marcado por el Romanticismo, caracterizado, sobre todo, por la individualidad del compositor, considerado ya como un genio iluminado y cada vez objeto de mayor veneración, al igual que las mayores figuras vocales del canto, que se convirtieron en estrellas de una sociedad donde la burguesía relegó a la aristocracia en la preeminencia social. Esta centuria vio surgir las variantes musicales de numerosas naciones hasta entonces sin apenas tradición musical, en lo que se vino a llamar Nacionalismo musical. Cerraron el siglo algunas corrientes como el impresionismo francés y el verismo italiano. En el siglo XX la ópera, al igual que el resto de la música y de las artes en general, entró en la vanguardia, una nueva forma de concebir la creación artística en que surgieron nuevos métodos y técnicas compositivos, que se expresaron en una gran variedad de estilos, en una época de mayor difusión de los medios de comunicación que permitían llegar a un público más amplio por diversos canales (radio, televisión, internet ...) y no ya sólo el presencial, y en la que todavía es valorado el amplio repertorio musical de períodos anteriores, que sigue vigente en los principales teatros de ópera del mundo. Hoy ofrecemos la ópera Carmen con música de Georges Bizet y libreto en francés de Ludovic Halévy y Henri Meilhac, estructurada en cuatro actos y cuyo argumento está basado en la novela homónima de Prosper Mérimée, la acción transcurre en la Sevilla de 1820 protagonizada por una bella e impulsiva gitana de fuerte carácter.


Darius Milhaud (1892–1974) fue un compositor francés cuya obra se caracteriza por el empleo de la politonalidad (varias tonalidades simultáneas), así como de patrones rítmicos derivados del jazz. Perteneció al Grupo de los Seis. Nacido en Marsella, comenzó a los siete años a estudiar violín con Leo Bruguier, que lo incorporó a su cuarteto de cuerda e ingresó en el Conservatorio de París en 1909 siendo alumno de Berthelier (violín), X. Leroux (armonía), André Gedalge (contrapunto), Charles-Marie Widor (fuga) y Paul Dukas y Vincent d'Indy (dirección de orquesta).  En 1910 escribió una ópera cómica; en 1911, atraído por la música de cámara,  escribió su primera Sonata para violín y piano y en 1912, su primer Cuarteto de cuerda. Conoció al poeta Paul Claudel, del que musicó alguno de sus poemas. Entre sus amigos estaban Georges Auric y Arthur Honegger, compañeros en el Grupo de los Seis. En 1916 viaja a Brasil como secretario de Paul Claudel, entonces embajador. En este viaje Milhaud escribe las Saudades do Brasil, la suite para saxofón, Scaramouche, con su destacado tercer movimiento Brasileira, Le Bœuf sur le toit y el poema coreográfico L’Homme et son desir. En 1918 regresa a Francia y entabla amistad con Erik Satie y con los músicos del Grupo de los Seis. Durante los siguientes años la actividad creadora de Milhaud es incesante: cantatas, conciertos, canciones, obras corales se suceden en rápida cadencia. Se casó con su prima Madeleine, que a partir de 1937 sería su colaboradora en varias obras. Hizo numerosos viajes y ofreció conciertos en todos los países de Europa. En 1940 huyó de la ocupación de Francia por los nazis y se trasladó a Estados Unidos, donde recibió el encargo de una sinfonía para la orquesta de Chicago. Allí permaneció hasta 1947 donde trabajó como profesor de composición en el Mills College de Oakland, California, donde tuvo como alumnos, entre otros, al músico de jazz Dave Brubeck y al compositor Robert Kurka (1921-1957). Abandonó este puesto para trabajar como profesor honorario de composición en el Conservatorio de París, donde tuvo como discípulos a Iannis Xenakis y a Karlheinz Stockhausen. En 1952 viajó a Israel, donde escribió parte de su ópera David. En 1965 su catálogo estaba integrado por 409 obras, pequeñas y grandes, escritas para todos los géneros musicales. De entre todas estas destacan los ballets Le bœuf sur le toit (1920), que hoy ofrecemos, La Création du Monde (estrenado por los Ballets Suecos en 1923) y la pieza orquestal Suite provençale (1937).

Le bœuf sur le toit (en español, “El buey sobre el tejado”), op. 58, es una obra musical de Darius Milhaud estrenada el 21 de febrero de 1920 en la Comédie des Champs-Élysées de París. Terminada el 21 de diciembre de 1919, originalmente era una pieza para violín y piano titulada Cinéma-fantaisie y estaba destinada a acompañar una película muda de Charlie Chaplin. Milhaud, miembro del recientemente creado grupo de Los Seis (“Les Six”, que incluia a Auric y Poulenc), lo transformó en un ballet-pantomima por sugerencia de Jean Cocteau que escribió el argumento. El vestuario estaba diseñado por Guy-Pierre Fauconnet y los decorados y cartón piedra realizados por Raoul Dufy. Tanto el título como la música están inspirados en una antigua canción brasileña, un país donde estuvo el compositor trabajando en la embajada francesa de Río de Janeiro, entre 1917 y 1918. Su título es la traducción al francés del tango brasileño (maxixe) O boi no telhado de José Monteiro. El estribillo vuelve casi catorce veces en doce tonalidades diferentes. "Perseguido por mis recuerdos de Brasil, reuní algunas melodías populares - tangos, maxixes, sambas, e incluso un fado portugués - y las transcribí con una sección rondó que se repetía entre cada par sucesivo... música adecuada para una película de Charlie Chaplin." El decorado representa una barra de bar americano por la que desfilan varios personajes: un corredor de apuestas, un enano, un boxeador, una mujer vestida de hombre, hombres vestidos de mujer y un policía que es decapitado por las aspas de un ventilador antes de resucitar. La coreografía fue deliberadamente muy lenta, como en una película a cámara lenta, en marcado contraste con el espíritu vivo y alegre del acompañamiento musical. A diferencia de un ballet tradicional, los intérpretes no procedían de la danza sino del circo, incluidos los hermanos Fratellini, payasos del Circo Medrano. La obra es principalmente de carácter alegre y vivaz. La forma musical es en gran parte libre, pero recuerda a un rondó y puede considerarse una fantasía, a veces incluso un popurrí. Al principio, el tema del barman aparece en Do mayor y se complementa en el transcurso de la obra con melodías adicionales que también tienen títulos como "Apariencia de las mujeres", "Apariencia de los hombres", "Baile del corredor de apuestas", "Tango de las dos mujeres", "Silbato de la policía", "Danza del negrito", "Baile de Salomés", etc. Además de las transposiciones del tema en las 12 tonalidades mayores y diversas modulaciones, los tempos y ritmos cambian con frecuencia. Por último, pero no menos importante, se notan las avanzadas técnicas politonales, que en algunos momentos permite que se produzcan hasta cuatro tonos simultáneamente, que lleva a fricaciones y distorsiones armónicas.

La versión que hoy presentamos está conducida por  la maestra Alondra de la Parra (1980), directora de orquesta mexicana de fama internacional que en la actualidad es titular de la Orquesta Sinfónica de Queensland; ha sido la primera mujer en Australia que ejerza un cargo de esta entidad.


Zhou Long (1953) es un compositor chino-estadounidense de música clásica que se caracteriza por mezclar elementos estéticos y musicales de oriente y occidente. Sus obras vocales, orquestales y de cámara han sido interpretadas en gran parte del mundo. Zhou Long nació en Pekín, el 8 de julio de 1953, en el seno de una familia de artistas. Comenzó a estudiar piano a una edad temprana, pero durante la Revolución Cultural fue enviado a la zona rural, concretamente a las granjas estatales, episodio que marcó su vida. Continuó con sus estudios musicales en 1973, estudiando composición, teoría musical, dirección de orquesta y también música tradicional china. En 1977 entra al Conservatorio Central de Música de Beijing, graduándose en 1983. En 1985 viajó por primera vez a USA con una beca para estudiar en la Universidad de Columbia, donde estudió con los profesores Chou Wen-chung, Mario Davidovsky y George Edwards, recibiendo en 1993 el título de Doctor de Música y Artes. En 1999, tras más de una década como director musical de 'Música de China en Nueva York', recibió el premio Adventurous Programming de la American Society of Composers, Authors and Publishers (ASCAP). Desde 1999 es ciudadano de USA, y está casado con la compositora y violinista Chen Yi. Su obra se caracteriza por conjugar elementos estéticos y musicales de Oriente y Occidente, en especial los asentados en la herencia de su país de origen, incluyendo elementos folclóricos, filosóficos y espirituales. En su obra se advierte la transferencia de sonidos y técnicas idiomáticas de la China ancestral y la música tradicional, así como la utilización de instrumentos y ensambles propios de occidente.

El Concierto para piano y orquesta, es una obra concertante de tres movimientos. El PRIMER MOVIMIENTO, Pianodance, es una danza chamán característica del noreste de China en la cual el piano emula posturas de animales que se pueden ver en el arte del Kung-fu. El SEGUNDO MOVIMIENTO (10´40´´), Pianobells, es la parte más lírica y brillante, la cual toma dos campanas contrastantes para su narrativa. El TERCER MOVIMIENTO (21´20´´) es un movimiento final intenso con patrones rítmicos veloces por parte de la percusión, que adquieren un rol protagónico y virtuoso en este concierto.

Zhou Long (1953) es un compositor chino-estadounidense de música clásica que se caracteriza por mezclar elementos estéticos y musicales de oriente y occidente. Sus obras vocales, orquestales y de cámara han sido interpretadas en gran parte del mundo. Zhou Long nació en Pekín, el 8 de julio de 1953, en el seno de una familia de artistas. Comenzó a estudiar piano a una edad temprana, pero durante la Revolución Cultural fue enviado a la zona rural, concretamente a las granjas estatales, episodio que marcó su vida. Continuó con sus estudios musicales en 1973, estudiando composición, teoría musical, dirección de orquesta y también música tradicional china. En 1977 entra al Conservatorio Central de Música de Beijing, graduándose en 1983. En 1985 viajó por primera vez a USA con una beca para estudiar en la Universidad de Columbia, donde estudió con los profesores Chou Wen-chung, Mario Davidovsky y George Edwards, recibiendo en 1993 el título de Doctor de Música y Artes. En 1999, tras más de una década como director musical de 'Música de China en Nueva York', recibió el premio Adventurous Programming de la American Society of Composers, Authors and Publishers (ASCAP). Desde 1999 es ciudadano de USA, y está casado con la compositora y violinista Chen Yi. Su obra se caracteriza por conjugar elementos estéticos y musicales de Oriente y Occidente, en especial los asentados en la herencia de su país de origen, incluyendo elementos folclóricos, filosóficos y espirituales. En su obra se advierte la transferencia de sonidos y técnicas idiomáticas de la China ancestral y la música tradicional, así como la utilización de instrumentos y ensambles propios de occidente.

El Concierto para piano y orquesta, es una obra concertante de tres movimientos. El PRIMER MOVIMIENTO, Pianodance, es una danza chamán característica del noreste de China en la cual el piano emula posturas de animales que se pueden ver en el arte del Kung-fu. El SEGUNDO MOVIMIENTO (10´40´´), Pianobells, es la parte más lírica y brillante, la cual toma dos campanas contrastantes para su narrativa. El TERCER MOVIMIENTO (21´20´´) es un movimiento final intenso con patrones rítmicos veloces por parte de la percusión, que adquieren un rol protagónico y virtuoso en este concierto.


Denontzako musikari buruzko iradokizunak

Thelonious Monk (1917- 1982) fue un pianista autodidacta y compositor de jazz estadounidense Su estilo interpretativo y compositivo, formado plenamente en 1947, apenas varió en los 25 años siguientes. Pianista fundador del bebop, tocó también bajo el influjo del hard bop y del jazz modal. Es conocido por su estilo único de improvisación, así como por haber compuesto varios estándares de jazz como "'Round Midnight", "Straight No Chaser", "52nd Street Theme" y "Blue Monk". Comenzó a tocar el piano a la edad de seis años y, aunque recibió alguna educación musical, fue esencialmente un autodidacta; sus primeras influencias fueron dos de los grandes pianistas de corte stride, James P. Johnson y Willie "The Lion" Smith. Durante su adolescencia comenzó a trabajar en algunos rent parties tocando el órgano y el piano en la iglesia bautista. Estudió en el instituto Stuyvesant, si bien nunca llegó a graduarse. En 1935, decidió irse de viaje a recorrer el mundo acompañando con el piano a un predicador evangelista. Después de dos años, regresó a su ciudad y formó su propio cuarteto, actuando en diversos clubes hasta que en 1941 el baterista Kenny Clarke lo eligió como pianista de la casa para tocar en el Minton's Playhouse, el legendario club de Harlem en el que se engendraría el bebop. Durante su estancia en Minton's, fue perfeccionando su estilo único, colaborando con los más renombrados solistas de la época. Durante esos años, Monk entró en contacto con músicos como Dizzy Gillespie, Charlie Parker, Miles Davis, Sonny Rollins, Milt Jackson y John Coltrane. En 1947 grabó por primera vez como líder de su propia banda. En 1956 grabó el clásico Brilliant Corners y a partir del año siguiente los cambios en su vida se sucedieron. Monk fue contratado por el Five Spot y allí formaría parte de un cuarteto que contaría con el saxofonista John Coltrane. Como consecuencia de estas actuaciones, la crítica y el público de jazz lo reconocerían por fin como un maestro y su estatus no cambiaría hasta el final de su carrera.


Selena Gómez (1992) es una cantante, compositora, actriz, productora, filántropa, directora, diseñadora, bailarina y empresaria estadounidense. Inició su carrera como actriz a los 10 años con el papel secundario de Gianna en la serie infantil Barney & Friends. Participó en ella hasta 2004, cuando se vio forzada a retirarse del elenco. Luego de eso, hizo apariciones pequeñas en películas y series de televisión. En 2007 protagonizó la serie Wizards of Waverly Place, que le otorgó diversos premios. El programa tuvo buena recepción y ganó tres veces el premio Emmy al mejor programa infantil. Durante la filmación del programa, protagonizó películas como Another Cinderella Story, Princess Protection Program y Wizards of Waverly Place: The Movie, que contaron con buena recepción. En 2008 hizo también su debut como actriz de voz en la película animada Dr. Seuss' Horton Hears a Who!. Simultáneamente, ese mismo año firmó un contrato con la discográfica Hollywood Records y participó en las bandas sonoras de Tinker Bell y Another Cinderella Story. En 2009 formó una banda llamada Selena Gomez & the Scene y el 29 de septiembre de ese mismo año, la discográfica publicó su primer álbum de estudio, titulado Kiss & Tell. El álbum tuvo buena recepción comercial y consiguió la certificación de disco de oro por parte de la RIAA y la CRIA. Para promocionar el álbum, Hollywood Records lanzó dos sencillos: «Falling Down» y «Naturally». Este último llegó a ser certificado con discos de platino en los Estados Unidos y Canadá. En 2013 publicó su primer álbum de estudio como solista, Stars Dance. Este llegó al primer puesto en las listas de países como Canadá, USA y Noruega alcanzando el top 10 en más de doce territorios; su primer sencillo, «Come & Get It», alcanzó el número 6 en la lista Billboard Hot 100. El primer álbum de estudio de Selena con Interscope, Revival, debutó en el número uno en los Estados Unidos y produjo el primer top 5 de Gómez, «Good for You». Gómez ha vendido más de 6,7 millones de álbumes en todo el mundo y más de 22 millones de sencillos, a fecha del año 2015.

Selena Gómez (1992) es una cantante, compositora, actriz, productora, filántropa, directora, diseñadora, bailarina y empresaria estadounidense. Inició su carrera como actriz a los 10 años con el papel secundario de Gianna en la serie infantil Barney & Friends. Participó en ella hasta 2004, cuando se vio forzada a retirarse del elenco. Luego de eso, hizo apariciones pequeñas en películas y series de televisión. En 2007 protagonizó la serie Wizards of Waverly Place, que le otorgó diversos premios. El programa tuvo buena recepción y ganó tres veces el premio Emmy al mejor programa infantil. Durante la filmación del programa, protagonizó películas como Another Cinderella Story, Princess Protection Program y Wizards of Waverly Place: The Movie, que contaron con buena recepción. En 2008 hizo también su debut como actriz de voz en la película animada Dr. Seuss' Horton Hears a Who!. Simultáneamente, ese mismo año firmó un contrato con la discográfica Hollywood Records y participó en las bandas sonoras de Tinker Bell y Another Cinderella Story. En 2009 formó una banda llamada Selena Gomez & the Scene y el 29 de septiembre de ese mismo año, la discográfica publicó su primer álbum de estudio, titulado Kiss & Tell. El álbum tuvo buena recepción comercial y consiguió la certificación de disco de oro por parte de la RIAA y la CRIA. Para promocionar el álbum, Hollywood Records lanzó dos sencillos: «Falling Down» y «Naturally». Este último llegó a ser certificado con discos de platino en los Estados Unidos y Canadá. En 2013 publicó su primer álbum de estudio como solista, Stars Dance. Este llegó al primer puesto en las listas de países como Canadá, USA y Noruega alcanzando el top 10 en más de doce territorios; su primer sencillo, «Come & Get It», alcanzó el número 6 en la lista Billboard Hot 100. El primer álbum de estudio de Selena con Interscope, Revival, debutó en el número uno en los Estados Unidos y produjo el primer top 5 de Gómez, «Good for You». Gómez ha vendido más de 6,7 millones de álbumes en todo el mundo y más de 22 millones de sencillos, a fecha del año 2015.


David Bisbal (1979) es un cantante, compositor y actor español, nacido en Almería. Se educó en el colegio Goya de Almería, pero abandonó los estudios en 2.º de BUP porque no le gustaba estudiar. Sus padres lo apuntaron a un curso-taller de forestal y empezó a trabajar en el vivero municipal de Almería por influencia de su padre. En 1997, mientras cantaba en el trabajo, la dueña del vivero le recomendó presentarse al casting para ser el cantante en la Orquesta Expresiones, donde su marido era productor. Bisbal resultó elegido y compaginó su trabajo en el vivero con su trayectoria como cantante en la Orquesta durante la época de fiestas estivales de Andalucía Oriental. En el año 2001 alcanzó la popularidad tras su participación en la primera edición de Operación Triunfo, donde obtuvo el segundo premio y una fama arrolladora. Sus ventas totales se estiman en más de 6 millones de copias (discos, singles, recopilatorios y grabaciones en directo). Según acreditan los Productores de Música de España (Promusicae), David Bisbal atesora más de 60 discos de platino (de los cuales 42 corresponden a álbumes de estudio con ventas de más de tres millones de unidades vendidas). Actualmente vive en Madrid, siendo Almería su segunda residencia.


Yvonne Catterfeld (1979) es una cantante y actriz alemana.. A la edad de 15 años comienza a tocar piano y flauta, simultáneamente toma clases de danza y voz. Al término de la escuela secundaria estudia Pop y Jazz en la academia de música en Leipzig durante dos años. Después de sus estudios, Catterfeld participa en un concurso de canto Stimme 2000 y en 2001 lanza su primer sencillo oficial, "Bum", un cover del track homónimo All Saints, pero no logra entrar en las listas de éxitos. Fueron tres singles "Komm Zurück Zu Mir", "Niemand Sonst" y "Gefühle" los que le ayudaron a abrir la popularidad de Catterfeld. Impulsando su presencia en TV Yvonne finalmente encuentra gran éxito con su cuarto sencillo "Für Dich", que fue hit #1 en Alemania, Austria y Suiza. Su primer álbum Meine Welt obtuvo éxito similar llegando a Platino. Un año más tarde es capaz de repetir la hazaña con "Du Hast Mein Herz Gebrochen" y su álbum segundo Farben Meiner Welt. En 2005 relanza su primer sencillo en inglés, "Where Does The Love Go", en colaboración con el cantante Eric Benet y en 2006, Catterfeld lanza su cuarto studio album, Aura. Durante todos estos años compagina su trabajo de cantante con el de actriz, participando en distintas series de televisión y películas de diverso género.

Yvonne Catterfeld (1979) es una cantante y actriz alemana.. A la edad de 15 años comienza a tocar piano y flauta, simultáneamente toma clases de danza y voz. Al término de la escuela secundaria estudia Pop y Jazz en la academia de música en Leipzig durante dos años. Después de sus estudios, Catterfeld participa en un concurso de canto Stimme 2000 y en 2001 lanza su primer sencillo oficial, "Bum", un cover del track homónimo All Saints, pero no logra entrar en las listas de éxitos. Fueron tres singles "Komm Zurück Zu Mir", "Niemand Sonst" y "Gefühle" los que le ayudaron a abrir la popularidad de Catterfeld. Impulsando su presencia en TV Yvonne finalmente encuentra gran éxito con su cuarto sencillo "Für Dich", que fue hit #1 en Alemania, Austria y Suiza. Su primer álbum Meine Welt obtuvo éxito similar llegando a Platino. Un año más tarde es capaz de repetir la hazaña con "Du Hast Mein Herz Gebrochen" y su álbum segundo Farben Meiner Welt. En 2005 relanza su primer sencillo en inglés, "Where Does The Love Go", en colaboración con el cantante Eric Benet y en 2006, Catterfeld lanza su cuarto studio album, Aura. Durante todos estos años compagina su trabajo de cantante con el de actriz, participando en distintas series de televisión y películas de diverso género.


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Josef Strauß (1827-1870) fue un compositor y director de orquesta austríaco hijo de Johann Strauß (padre) y hermano de Johann Strauß (hijo) y Eduard Strauß. A diferencia de su familia, Josef no ambicionaba una carrera musical. Por el contrario, estudió en el Politécnico de Viena (hoy Universidad Técnica de Viena), trabajó como aparejador en la construcción de una presa en Trumau (Baja Austria) y diseñó dos máquinas para limpiar las calles. A finales del otoño de 1852, cuando su hermano Johann regresó a casa extenuado después de una gira de conciertos, Josef se vio obligado a suplirle en su cargo de maestro de capilla durante el año siguiente y a lo largo de los años posteriores, sustituyó cada vez con mayor frecuencia las ausencias de su hermano. Recibió clases de composición y aprendió a tocar el violín. Estando de gira en Varsovia, Josef se desplomó inconsciente y poco tiempo después moriría en Viena. Está enterrado en el cementerio central (Zentralfriedhof) de la capital austriaca. Josef Strauß compuso valses, polkas, contradanzas y otras piezas de baile, además de una opereta.

El vals (del galicismo valse, que a su vez procede del germanismo walzer, término proveniente del verbo alemán walzen, 'girar, rodar') es un elegante baile de salón, documentado en su forma definitiva desde finales del siglo XVIII. Es la evolución de una danza antigua del siglo XII, originaria del Tirol (Austria) y del sur de Alemania. El vals conquistó su rango de nobleza en Viena durante los años 1760, y se puso de moda en esa ciudad sobre los años 1780 expandiéndose rápidamente a otros países. Algunos autores creen que el vals tuvo su origen en la volte o volta, danza de baile en 3 tiempos practicada durante el siglo XVI. La palabra vals nació en el siglo XVIII, cuando este baile se introdujo en la ópera y en el ballet. En su origen tenía un movimiento lento aunque, ahora se ha convertido en una danza de ritmo vivo y rápido. Su característica más significativa es que sus compases son de 3/4. En el compás del vals, el primer tiempo siempre es considerado como el tiempo fuerte (F), y los otros dos son débiles (d). Así, el patrón es "F, d, d". Al oír la palabra "vals", enseguida se relaciona con música clásica, pero lo cierto es que el vals solo es un género musical y puede estar en cualquier estilo.

El vals vienés (en alemán, Wiener Walzer) es uno de los estilos de baile dentro de los bailes de salón. Se reconocen al menos tres significados diferentes. En el primer sentido histórico, el nombre puede referirse a varias versiones del vals, incluidos los valses más tempranos hechos en el baile de salón, bailado con la música del vals vienés. Lo que ahora se denomina vals vienés es la forma original del vals. Fue el primer baile de salón realizado en la posición cerrada o posición de "vals". El que se conoce popularmente como vals es en realidad el vals inglés o vals lento; es bailado a unos 90 compases por minuto, mientras que el vals vienés se baila a unos 180 compases por minuto. El vals vienés es un baile rotativo donde l@s bailarinas/es constantemente están girando hacia la derecha del líder (natural) o hacia la izquierda (reversa), intercalados con pasos de cambio no giratorios para cambiar entre el sentido de rotación. Un verdadero vals vienés consiste sólo en giros y pasos de cambio. Además, en un vals vienés correctamente bailado, las parejas no pasan, sino que giran continuamente de izquierda a derecha mientras viajan en sentido contrario a las agujas del reloj alrededor del piso, siguiendo uno al otro. Hoy ofrecemos el vals de Joseph Strauss, ejecutado el día de Año NuevoMein Lebenslauf ist Lieb und Lust (“Mi carácter es amor y alegría”) en versión de la Filarmónica de Viena conducida por el maestro austríaco Franz Welser-Möst y coreografiado por la Compañía del Ballet Estatal de Viena.


Gabriel Fauré (1845-1924) fue un compositor, pedagogo, organista y pianista francés. Fauré es considerado uno de los compositores franceses más destacados de su generación y su estilo musical influyó a muchos compositores del siglo XX. Entre sus obras más conocidas destacan la Pavana (que hoy la visionamos en versión coral), el Réquiem, los nocturnos para piano y las canciones Après un rêve y Clair de lune. Cuando apenas era un niño fue enviado a la escuela de música Niedermeyer de París, donde se formó para ser organista de iglesia y director de coro. Entre sus mentores se encontraba Camille Saint-Saëns, quien se convirtió en su amigo de por vida. Tras graduarse en 1865, Fauré se ganaba la vida de forma modesta como organista y maestro, lo que le dejaba poco tiempo para componer. Cuando alcanzó el éxito y ocupó los importantes cargos de organista de la iglesia de la Madeleine y director del Conservatorio de París, apenas tenía tiempo para componer; durante las vacaciones de verano, se retiraba al campo para dedicarse a dicha tarea. En sus últimos años, Fauré fue reconocido en Francia como el compositor francés más importante de su época. En 1922 se le rindió un homenaje musical nacional sin precedentes en París, encabezado por el entonces presidente Alexandre Millerand. Su legado ha sido descrito como el enlace entre el final del Romanticismo con el Modernismo del segundo cuarto del siglo XX. El Grove Dictionary of Music and Musicians, que lo describe como el compositor más avanzado de su generación en Francia, indica que sus innovaciones armónicas y melódicas influyeron en la enseñanza de la armonía musical en generaciones venideras.

La Pavana en fa sostenido menor, op. 50, es una composición para orquesta (y coro opcional) de Fauré, escrita en 1887. De ritmo pausado, esta obra evoca la pavana, danza del siglo XVI que se bailaba en la corte española. La pieza se caracteriza por la elegancia de la melodía y la armonía propias del compositor francés.

Gabriel Fauré (1845-1924) fue un compositor, pedagogo, organista y pianista francés. Fauré es considerado uno de los compositores franceses más destacados de su generación y su estilo musical influyó a muchos compositores del siglo XX. Entre sus obras más conocidas destacan la Pavana (que hoy la visionamos en versión coral), el Réquiem, los nocturnos para piano y las canciones Après un rêve y Clair de lune. Cuando apenas era un niño fue enviado a la escuela de música Niedermeyer de París, donde se formó para ser organista de iglesia y director de coro. Entre sus mentores se encontraba Camille Saint-Saëns, quien se convirtió en su amigo de por vida. Tras graduarse en 1865, Fauré se ganaba la vida de forma modesta como organista y maestro, lo que le dejaba poco tiempo para componer. Cuando alcanzó el éxito y ocupó los importantes cargos de organista de la iglesia de la Madeleine y director del Conservatorio de París, apenas tenía tiempo para componer; durante las vacaciones de verano, se retiraba al campo para dedicarse a dicha tarea. En sus últimos años, Fauré fue reconocido en Francia como el compositor francés más importante de su época. En 1922 se le rindió un homenaje musical nacional sin precedentes en París, encabezado por el entonces presidente Alexandre Millerand. Su legado ha sido descrito como el enlace entre el final del Romanticismo con el Modernismo del segundo cuarto del siglo XX. El Grove Dictionary of Music and Musicians, que lo describe como el compositor más avanzado de su generación en Francia, indica que sus innovaciones armónicas y melódicas influyeron en la enseñanza de la armonía musical en generaciones venideras.

La Pavana en fa sostenido menor, op. 50, es una composición para orquesta (y coro opcional) de Fauré, escrita en 1887. De ritmo pausado, esta obra evoca la pavana, danza del siglo XVI que se bailaba en la corte española. La pieza se caracteriza por la elegancia de la melodía y la armonía propias del compositor francés.


El Hang  es un instrumento de percusión melódico conformado por una pieza hueca de metal esferoide, con abolladuras en su superficie de diferentes formas y tamaños que al ser percutidas con las manos producen diferentes notas y escalas musicales. La estructura del hang tiene una característica forma de “platillo volante”, resultado de pegar dos “cascos” nitrurados (proceso que modifica la composición del metal añadiendo nitrógeno con lo que se obtiene un incremento de dureza superficial de las piezas) en sus bordes. Dentro del instrumento hay un vacío que hace de caja de resonancia, mientras la cara exterior tiene diversos ornamentos armónicos o membranas esculpidas, producidas a golpe de martillo. Dichas membranas son normalmente excitadas utilizando los dedos, las cuales son dinámicas y ricas en armónicos sin utilizar ninguna fuerza adicional. Fue desarrollado en mayo de 1999 por Felix Rohner y Sabina Schärer en la compañía Panart de Berna, Suiza.

Hoy sugerimos la visualización de una pequeña fantasía interpretada por el dúo Hang Massive compuesto por Danny Cudd y Markus Offbeat.


La expresión Danza Africana hace referencia principalmente a la danza en la porción de África al sur del Sahara, y a numerosos tipos de danzas africanas producto de las numerosas diferencias culturales en los estilos musicales. Estas danzas están muy relacionadas con las tradiciones musicales al sur de Sahara y el sentido del ritmo bantú. La danza africana utiliza el concepto de poliritmo y la articulación total del cuerpo. Las danzas permiten interpretar patrones sociales y valores y ayudan a las personas a trabajar, madurar, rezar y criticar a miembros de la comunidad a la vez que contribuyen en la celebración de festivales y funerales, competencias, recitado de la historia, proverbios y poesía; y a acercarse a los dioses. En general, las danzas africanas promueven la participación, tomando parte los espectadores en la misma expresión artística. Con la excepción de algunas danzas espirituales religiosas o de iniciación, tradicionalmente no existen barreras entre l@s bailarines/as y el público. Incluso las danzas rituales a menudo poseen segmentos en los que el público participa. La danza tradicional en África es un elemento colectivo, que expresa la vida de la comunidad más que la de los individuos o parejas. Los primeros cronistas ya hacían notar la ausencia de bailes de parejas en proximidad: dicho tipo de expresiones era considerado inmoral por numerosas sociedades africanas tradicionales. En todas las danzas que se practican al sur del Sahara parece no existir evidencia de patrones de danza de una pareja hombre-mujer previos a la era colonial cuando dicha práctica era considerada como una expresión poco digna.

El Club Higa  está compuesto por un grupo de miembros activos que bailan todo tipo de bailes tradicionales de Burundi. Hoy nos ofrecen una de esas danzas, Honga ndore.

La expresión Danza Africana hace referencia principalmente a la danza en la porción de África al sur del Sahara, y a numerosos tipos de danzas africanas producto de las numerosas diferencias culturales en los estilos musicales. Estas danzas están muy relacionadas con las tradiciones musicales al sur de Sahara y el sentido del ritmo bantú. La danza africana utiliza el concepto de poliritmo y la articulación total del cuerpo. Las danzas permiten interpretar patrones sociales y valores y ayudan a las personas a trabajar, madurar, rezar y criticar a miembros de la comunidad a la vez que contribuyen en la celebración de festivales y funerales, competencias, recitado de la historia, proverbios y poesía; y a acercarse a los dioses. En general, las danzas africanas promueven la participación, tomando parte los espectadores en la misma expresión artística. Con la excepción de algunas danzas espirituales religiosas o de iniciación, tradicionalmente no existen barreras entre l@s bailarines/as y el público. Incluso las danzas rituales a menudo poseen segmentos en los que el público participa. La danza tradicional en África es un elemento colectivo, que expresa la vida de la comunidad más que la de los individuos o parejas. Los primeros cronistas ya hacían notar la ausencia de bailes de parejas en proximidad: dicho tipo de expresiones era considerado inmoral por numerosas sociedades africanas tradicionales. En todas las danzas que se practican al sur del Sahara parece no existir evidencia de patrones de danza de una pareja hombre-mujer previos a la era colonial cuando dicha práctica era considerada como una expresión poco digna.

El Club Higa  está compuesto por un grupo de miembros activos que bailan todo tipo de bailes tradicionales de Burundi. Hoy nos ofrecen una de esas danzas, Honga ndore.


Umeentzako musikari buruzko iradokizunak

Para la realización de estos textos se han utilizado como referencia diferentes artículos de la Wikipedia.